De la bata de laboratorio al puesto directivo

Cómo empezó todo

Tras graduarse en la Universidad Tecnológica de Eindhoven, Kevin trabajó en varias empresas. Una de ellas le puso en contacto con los employeneurs de TMC. “Conectamos enseguida. Me impresionó lo apasionados que eran con TMC y con esta idea del ‘employeneurship’.

Poco después, tuvo una entrevista con TMC. “Fue la mejor entrevista de trabajo que he tenido nunca. Hicimos click en un instante. Simplemente se sintió bien”. Y comenzó su primer proyecto como técnico de laboratorio –“No era el trabajo de mis sueños, pero era una base sólida sobre la que construir”.

El proyecto favorito

A lo largo de los años, Kevin trabajo en una amplia gama de proyectos -desde experto en materiales hasta ingeniero de desarrollo en la industria de alta tecnología. Pero hay un proyecto en particular que sobresale de entre los demás: su puesto como Test & Validation Engineer en una empresa automotriz en Alemania.

“Yo no era la opción más obvia. Buscaban un físico y yo soy químico. Pero de todos modos me dieron la oportunidad y valió la pena”.

Kevin prosperó en ese entorno tan dinámico y le gustaba el reto de darle estructura al caos. “Realizaba pruebas, analizaba datos, redactaba informes y, por primera vez, también tenía un rol de coordinación, de planificación y de supervisión para que todo funcionara en orden”.

Al mismo tiempo, él estaba renovando su casa. «Esa experiencia me hizo darme cuenta de lo mucho que disfruto mantener una visión general, creando orden y haciendo que las cosas fluyan sin problemas, tanto en el trabajo como en la vida”.

Siempre aprendiendo

Además de su trabajo en proyectos, Kevin está invirtiendo constantemente en su propio desarrollo. “Hice un curso de Python, pero la mayor parte de mi crecimiento ha sido en el lado de las soft skills”, comenta.

Eso incluye formación en Project Management (IPMA D), un taller de presentación y, más recientemente, el Programa de Desarrollo de Liderazgo de TMC.

"El liderazgo no se trata solo de ser el jefe. Se trata de cómo te presentas, cómo apoyas a los demás, cómo manejas las distintas situaciones. Hay que reflexionar mucho sobre uno mismo y eso me gusta mucho. Quiero seguir creciendo, sobre todo ahora que asumo más funciones de liderazgo".

Una voz en el Comité de Empresa

El año pasado, Kevin se unió al Comité de Empresa de TMC, para él una forma de contribuir más allá de su trabajo diario. “Me gusta participar en la dirección que toma la empresa. Es importante seguir invirtiendo en los empleados y proteger el buen ambiente que hace que TMC sea única”.

Para Kevin, TMC no es solo un peldaño más en su carrera. “No es el tipo de lugar por el que solo pasas. Soy feliz de poder contribuir a que otros tengan las mismas oportunidades para crecer y desarrollarse como yo las he tenido”.

Trabajar en algo que importa

Actualmente, Kevin lidera un proyecto enfocado en la sostenibilidad. Está investigando cómo la tecnología del plasma podría hacer que los procesos químicos fueran más limpios y ayudaran a reducir las emisiones de CO₂.

“Aún está en una fase temprana”, afirma, “pero me siento bien contribuyendo a algo que realmente podría tener un impacto. Incluso si mi rol es solo una pequeña pieza del rompecabezas, sigue siendo relevante”.

Y es ese sentido de propósito, junto con el apoyo que recibe, lo mantiene motivado. “Lo que realmente valoro de TMC es que no te asignan a cualquier proyecto. Se toman el tiempo para comprender dónde quieres crecer y te ayudan a avanzar en esa dirección. Eso es lo que me hace sentir que estoy en el lugar correcto”.